La construcción y destrucción del paisaje no son procesos alternos, sino que son simultáneos. Es decir, a la vez que se producen los fenómenos de erosión de los materiales, se producen el levantamiento del terreno que da lugar al paisaje.
Según la disposición de las rocas damos lugar a una serie de paisajes estructurales:
- Horizontales, que pueden ser fácilmente reconocidos, ya que se forman en zonas llanas y sin desnivel. Se identifican cuando observamos una superficie en forma de capas o estratos horizontales. Son muy propias la de la meseta y podemos identificar: Páramos, Mesas y Cerros testigos.
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Páramos |
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Cerros Testigos |
- Inclinados, se caracterizan por ser estratos de forma diagonal que dan lugar a zonas con cuestas y generan montañas. En ellas podemos encontrar dos tipos de pliegues: anticlinal y sinclinal.
Cuando los anticlinales coinciden con la forma de la montaña se denomina relieve conforme, y cuando es el sinclinal el que coincide con la parte más alta se llama relieve invertido.
Si los pliegues están muy plegados y juntos, con el paso del tiempo se da lugar a mantos de corrimiento o cabalgamientos.
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Relieve anticlinal - Internet |
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Relieve sinclinal- Internet |
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Formación manto cabalgamiento - Internet |
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