Las rocas son agregados naturales, que se presentan en nuestro planeta en masas de grandes dimensiones. Están formadas por uno o más minerales, formados en un mismo proceso.
Encontramos diferentes tipos de rocas, según su origen pueden ser:
- Magmáticas: formadas a partir del enfriamiento de rocas fundidas. Si el magma se enfría de manera rápida en la superficie de la Tierra y solidifica, origina grandes masas de rocas llamadas plutónicas, que se caracterizan por la presencia de pequeños cristalitos. Mientras que cuando cristalizan en grietas de la corteza se forman las rocas filonianas.
Los paisajes de las rocas ígneas plutónicas están caracterizados por la existencia de grandes masas irregulares de rocas cristalinas divididas por múltiples fracturas a partir de las cuales las rocas se desgastan, originando bloques de formas redondeadas. Mientras que los paisajes de las rocas ígneas volcánicas se deben a las coladas de lava, los grandes espesores de cenizas o las acumulaciones de escorias.
- Metamórficas: formadas a partir de otras rocas, que no se han fundido y han estado sometidas a grandes presiones y temperaturas. Como consecuencia de ello, se han transformado las estructuras de unos minerales en otros. Los que más destacan son: la pizarra y el mármol.
Los paisajes de rocas metamórficas pueden ser bastante variados, se encuentran alrededor de las zonas de granito y dan como resultado paisajes suaves y redondeados. .
- Sedimentarias: formadas en zonas superficiales de la corteza terrestre a partir de la sedimentación de materiales que se depositan formando capas. Encontramos tres tipos:
-Bioquímicas: formadas por depósito de sustancias previamente disueltas. Son el yeso y la caliza.
-Orgánicas: formadas por acumulación y transformación de restos orgánicos. Son el carbón o el petróleo.
Los paisajes de rocas sedimentarias son reconocibles por la estratificación de las capas, que pueden disponerse de diversas formas. En España las grandes depresiones están formadas principalmente por material detrítico, que son aprovechadas para el cultivo. Estos paisajes suelen tener tonos rojizos (por las arcillas) o más grisáceos.
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